El día 26 de Mayo el Profesor Maurizio Mondoni ha cumplido 71 años. Ese mismo día dió una Conferencia en Mirandola (Italia) invitado por sus amigos de la Società di Pallacanestro Pico della Mirandola para hablar de «Métodos de Enseñanza en el Minibasket». Maurizio ha compartido conmigo el documento que ha empleado en dicha Conferencia titulada «Insegnare e allenare educando«. Lo traduzco de italiano a español y lo comparto con los lectores de BALONCESTO EDUCATIVO.
ENSEÑAR – APRENDER Y ENTRENAR EDUCANDO
CULTIVAR EL MOVIMIENTO, EL MINIBASKET Y EL BALONCESTO
«La cultura es la síntesis armónica de las experiencias y de las sensaciones maduradas con el paso del tiempo en el ámbito motor y deportivo».
«La ética es vivir y aplicar todo esto de modo correcto. La cultura deportiva no nace sola. Debe ser educada y desarrollada por personas con buen sentido, competentes y equilibradas».
Cada familia debe ser el centro de los valores humanos, porque es allí donde nacen, brotan, florecen y llevan a los jóvenes a las altas cimas de este tipo de cultura. Padres siempre «el buen ejemplo» para sus hijos en todos los sentidos.
En la escuela, «el buen ejemplo» debe venir de los Maestros. Hacer descubrir y valorar Minibasket – Baloncesto, ser un «modelo» para sus alumnos y un provocador de vocaciones deportivas.
En el club deportivo, «el buen ejemplo» debe venir de Instructores, de Entrenadores y de Dirigentes. Deben ser la guía del Jugador y del Equipo, deben canalizar todos los recursos individuales y del grupo, explotándolos al máximo, para buscar obtener los mejores resultados.
INSTRUIR ES MUY IMPORTANTE, ENTRENAR ES SIGNIFICATIVO, EDUCAR ES FUNDAMENTAL.
EDUCAR ENTRENANDO
Educar entrenando signfica:
- No caer en el esquematismo y en las meras nociones.
- Revalorizar la relación Educador – Educando.
- Conocer los diferentes métodos de comunicación
Educar entrenando, requiere una madurez tal que no se puede adquirir en breve tiempo, ni leyendo un libro o participando en un curso de formación ni tampoco asistiendo a las sesiones de otros Entrenadores.
Esta madurez se alcanza a través de la experiencia, la tenacidad, los errores, la autocrítica, el cotejo con los otros, la humildad, el saberse enriquecer continuamente y aprendiendo de los otros y escuchándoles.
ENSEÑANTE, EDUCADOR, INSTRUCTOR > Cualidades para ser especial
EL ARTE DE ENSEÑAR
El punto de partida es la experiencia (empiria).
El hombre tiene la facultad congénita de recordar la experiencia (memoria), para plasmar o crear, para dar forma concreta a sus ideas abstractas. Pensar, recordar, sentar por escrito. El arte de enseñar existe en el momento en que se está creando, pues es durante el proceso cuando la obra crece y se modifica. Con la memoria se materializan las ideas que han salido de la imaginación, y este trabajo es la base para ejecutar en la pista de Baloncesto.
El recuerdo de las experiencias pasadas enriquece la sabiduría, es decir el conjunto de las experiencias.
Los conocimientos son válidos sólo para ser aplicados.
La aplicación de los conocimientos es llamada arte (techné). Todo tipo de producción en la que, a partir de la acción humana, se crea una realidad que antes no existía. El trabajo es una técnica.
El arte es la técnica de aquel que construye cada vez alguna cosa nueva.
¿QUIERES SER ESPECIAL? > EMOCIONA !
La autoridad debe ser nuestra primera cualidad, nos da credibilidad y nos convierte en un punto de referencia para nuestros Alumnos – Jugadores, y aquello que dices tiene para ellos un significado de verdad: se dan cuenta enseguida, ven en nosotros la seriedad y nos siguen.
La autoridad se convierte progresivamente en seguridad y refuerza nuestra personalidad. Con el paso del tiempo se convierte en coherencia, convicción y capacidad de desarrollar bien nuestro papel dentro de las sesiones de entrenamiento.
La segunda cualidad es la participación. Debemos ser una presencia activa, animada con la voluntad de hacer, de hacer siempre mejor, de dar y de enriquecer. Esta voluntad se mide con el deseo de ir al pabellón, de entrar en la pista, con entusiasmo y con deseo de transmitir y de comprometer. No a la «rutina».
COMPROMISO
La participación está condicionada por el modo de pensar, por el esfuerzo de percibir o de hacer percibir cualquier argumento, contenido, ejercicio o juego en modo cautivante, interesante, curioso, en una versión siempre nueva, porque nada permanece igual y hay que agarrarse a la novedad.
La participación debe ser también afectiva, expresando el deseo de transmitir lo que sabemos y lo que hemos conseguido en tantos años de estudio, investigación, comparación, ideas y actualizaciones. El nuestro debe ser un «saber» que se conjuga con la pasión y con el placer de transmitirlo a los otros. El «placer de enseñar», ningún trabajo, ninguna profesión, sin el «gusto» de perfeccionarlo puede resultar gratificante, eficaz y proporcionar en nuestros Alumnos – Jugadores, que lo demuestren estando atentos, comprometidos y apasionados con lo que transmitimos.
NUESTRO ROL
Todo rol tiene su liturgia que debe ser mantenida. No des concesiones ni te conviertas en amigo de tus Alumnos ni de tus Jugadores. Tu rol es sagrado, no es una misión. La santidad de tu rol está fundada sobre un saber racional, tiene un sabor fascinante, misterioso, porque el misterio permanece dentro del pensamiento humano.
Tu no eres el padre de tus Alumnos, de tus Jugadores, no eres el amigo, no eres el psicológo, eres un hombre con la asignación (encargo) de hacer de director de la orquesta donde cada uno de los componentes toca su propio instrumento (bien o mal, pero todos suenan) y tu tienes el deber de acompañarlos y de hacerlos crecer. Y recuerda que debes usar un vestido apropiado para la ocasión: la ceremonia de la enseñanza y del aprendizaje.
HACER ESTAR BIEN A LOS JUGADORES > ACOMPAÑARLES
La pista debe ser un oasis de paz, fuera puede reinar el caos, pero en la pista debemos sentirnos seguros, debe reinar el orden, la justicia, la estima, la colaboración, la creatividad y el deseo de aprender.
Hazles sentir bien, la pista es un banco de pruebas para la vida futura y podemos ayudarles a estar preparados para afrontarla.
Hacerles entender que ser excelente cuesta, impregnar en su mente que si realmente quieren lograr algo importante deben empeñarse y sacrificarse.
Ser un Enseñante, un Instructor, un Educador íntegro y dejar en legado a los Jugadores equidad, honestidad y perseverancia.
Saber leer en sus ojos aquello que desean, siendo capaces de convertir estudio y deporte en una aventura y no en una marcha forzada.
Ser su guía, caminar junto a ellos, dejarles explorar – inventar – crear – indagar … y si has sido para ellos especial, no te olvidarán nunca y serás recordado por aquello que has sido y no por aquello que les has enseñado.
Si un Entrenador – Educador funciona, los jóvenes tendrán un gran respeto por él, se sentirán cómodos a su lado, aprenderán bien y darán lo mejor de si mismos.